Capitulo 206: El Esta Buscando su Propia Ruina
-¢Interceder? -Valentina se rio-. Lo siento, no soy tan bondadosa,
La bondadosa era Aitana, ino ella, Valentina!
Santiago también solté una risa baja, y después de un momento, su tono se volvié serio-
-iSe atrevié a lastimarte, esta buscando su propia muerte!
Valentina se quedé perpleja. Mir6 la sombra detrés del biombo, de repente sintid la ilusién de ser muy
importante para él. Pero él la ayudé contra la familia Rodriguez solo como un favor para su esposo... Mientras
pensaba, la voz detras del biombo continu:
-Noah ha sido internado en un hospital psiquiatrico, las acciones de la empresa Rodriguez estan cayendo, no
duraran mucho. Los bienes de la familia Rodriguez serén subastados para pagar las deudas con el banco.
Después de su ruina, nadie te molestard mas.
Valentina reflexioné sobre las palabras «Noah ha sido internado en un hospital psiquiatrico».
-Espera, (Noah se volvié loco?
Santiago no respondid. Pero Valentina entendié que, estando en el hospital psiquiatrico, aunque Noah no
estuviera loco, no habia diferencia.
Recordé lo que Noah habia hecho y maldijo en silencio, se lo merecia.
Con Noah en ese estado, las esperanzas de Aitana probablemente se habian desvanecido.
Valentina se despidié de don Mendoza y estaba a punto de tomar el ascensor cuando, sin pensar, mir6 hacia la
sala de visitas y una figura familiar...
-¢Thiago? -Valentina exclamé sorprendida.
Esa figura imponente y alta, ;quién mas podria ser sino Thiago? Cuando lo mird, él estaba corriendo hacia la sala
de visitas. Pero al escuchar a Valentina, se detuvo de inmediato. Thiago
se quedo aténito al ver a Valentina.
Répidamente, una pregunta cruzé su mente: «dofia Mendoza lo habia descubierto, ;qué deberia
hacer?>>
“Tos... -En la sala de visitas, alguien tosié, como advirtiéndole.
Valentina, que iba a tomar el ascensor, al confirmar que era Thiago, regresé. Se acercaba cada
vez mas a Thiago...
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Thiago se sintié como si tuviera una bomba de tiempo atada a él. Si se descubria su identidad, estaba muerto.
Qué hacer? ;Quién podria salvarlo?
Cuando Valentina se acercaba, Thiago reaccioné y se adelantd para encontrarse con ella.
-Do... -Por los nervios, casi llamé a Valentina dofia Mendoza.
Pero se contuvo a tiempo.
-Seforita Lancaster, qué coincidencia, (qué haces aqui?
Thiago fingié no saber nada, aunque él habia sido quien habia mandado a alguien a buscar a
Valentina.
Valentina examiné a Thiago de arriba abajo y pregunté en respuesta:
-¢Qué haces aqui? ;Trabajando?
Ella dedujo por su atuendo. Esto le a Thiago una excusa.
—Si, trabajando, trabajo aqui.
Valentina no sospechd. Su esposo era pariente de la familia Mendoza, y Thiago era amigo de su esposo, trabajar
en la Corporacién Mendoza no era extrafio.
Recordando que si no hubiera sido por Thiago esa noche, Noah, ese desgraciado, habria
triunfado. Valentina miré a Thiago con gratitud sincera.
-Gracias por esa noche,salvaste. ;Estas libre esta noche? Quisiera invitarte a cenar para agradecerte.
iCenar con dofa Mendoza? ;Solo? Justo cuando iba a decir que solo no se atreveria, Valentina
continué:
-Sera con mi esposo.
Thiago respir6 aliviado y asintié apresuradamente:
-Claro, claro.
Si dofia Mendoza lo invitaba a cenar, seria un desplante no aceptar. Mientras Valentina
desaparecia en el ascensor, Thiago seguia mirando hacia alli, ensimismado.
-¢Ella te invitd a cenar? -Una voz surgi6 detras de él.
-Si -respondié Thiago con una sonrisa, pensando en aprovechar la oportunidad para
congraciarse con dofia Mendoza.
Si dona Mendoza recordaba su bondad, incluso si cometia algtn error delante de don Santiago, con una palabra
de dona Mendoza, seguramente no seria un problema.
Tan embobado estaba con sus pensamientos que no noté que don Santiago estaba a su lado, cruzado de brazos
y mirando en la misma direccion.
-¢Con su esposo? -La voz volvié a sonar.
Una vez mas, Thiago asintié:
<5,
Una sonrisa fria se dibujé en los labios de don Santiago.
-¢Y qué van a comer?
-¢Coémo voy a saberlo? -Thiago respondié-. Lo que diga dofia Mendoza esta bien,gusta todo.
En ese momento, el teléfono de Santiago recibié un mensaje. Era de Valentina.
[Quisiera invitar a cenar a Thiago y al sefior Hamilton en agradecimiento por habesalvado. ¢
Te uniras a nosotros?]
Santiago fruncié el cefio, como si Thiago y Dylan fueran los protagonistas y él solo un extra.
Luego, Valentina envié una direccion.
Santiago pensé en protestar, pero luego se le ocurrié una mejor idea.
[Entendido], respondié sumisamente y, tras echarle una Ultima mirada despectiva a Thiago, se
dirigi6 al ascensor para bajar.
Tenia que ir al hospital a tratar una herida para estar listo para la cena.
Llegada la hora acordada por Valentina, solo apareci6 su esposo. Valentina mir6 tras él y
pregunté:
-¢Y los demas?
-¢Qué otros? -Santiago fingié no entender.
“Thiago y el sefior Hamilton.
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Santiago frunci6 el cefio.
-¢Todavia no han llegado? Les dije la hora y el lugar, tal vez tuvieron un contratiempo y no pueden venir?
Valentina tuvo la sensacién de que su esposo era como un lobo disfrazado.
-Esperemos un poco mas, insisteles -sugirié Valentina.
Aunque Santiago se mostré de acuerdo, en su interior se resistia. Sabia que no vendrian. ;Para qué esperar? Aln
asi, saco su teléfono fingiendo preocupacion.
-Voy a insistirles.
Primero llamé a Thiago:
-¢Dénde estas? Valentina te invitd a cenar, ya estamos aqui. ;Dénde estas ta?
En el otro extremo, en la oficina de la planta alta del EdifiMendoza, Thiago miraba un montén de documentos
con desesperacion.
Siendo un matén de Leones del Desierto, y aunque trabajaba como asistente en Coralia, su labor solia ser mas
bien rutinaria.
(Como iba a manejar esos documentos?
Pero su jefe confiaba en él, y le habia asignado casi todo el trabajo intelectual de la oficina. Thiago aun
recordaba las miradas de sus colegas al irse:
-Pobre asistente Thiago, seguro ofendié a don Mendoza.
Y no se equivocaban. No fue él quien ofendié a don Mendoza, sino que don Mendoza era
mezquino y vengativo.
-Lo... lo siento, dile a la seforita Lancaster que tengo otro compromiso y no podré asistir esta
noche...
El altavoz del teléfono estaba activado. Valentina escuché claramente la respuesta de Thiago. Al
oir que no vendria, inmediatamente propuso:
-Entonces otro dfa...
Santiago fruncié el cefio. Casi como si Thiago sintiera la presién a través del teléfono,
interrumpié apresuradamente:
-No hace falta otro dia, sefiorita Lancaster, agradezco el gesto, pero realmente... no tengo
tiempo...
No solo no tenia tiempo, jtampoco tenia el valor!