Capítulo 0162 En la Taberna del Sol. Luis pidió unos platos favoritos de Silvia.
-Has adelgazado últimamente, cmás.
-Está bien lo haré.
Silvia tomó de inmediato el tenedor y miró la mesa llena de exquisitos platos, pero en realidad no tenía mucho apetito.
Por cierto, ¿qué hablaron hoy?-le preguntó ella sin poder evitarlo.
Luis le sirvió muy atento un pan.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇt-Nåda importante, solo asuntos del trabajo.
-¿Y Jute causó problemas? -le preguntó Silvia siguiendo el tema. La mano de Luis que sostenía el tenedor se detuvo por un momento, luego sonrió y la miró con picardía.
-No soy un hombre inocente, ¿cómocausaría problemas? Estaba bromeando de nuevo. Silvia notó que fuera de su presencia, Luis era referido como «<<< señor» por las personas a su alrededor y siempre era bastante sey formal. Pero delante de ella, no pasaba mucho tiempo antes de que comenzara a bromear. A veces, parecía un verdadero niño..
-Estoy hablando en secontigo. Si él te causa problemas, tienes que decírmelo.
No puedo hacer eso, soy un hombre. ¿Cómo podría un hombre pedir este tipo de ayuda a una mujer? Luis continuó sirviéndole comida hasta que su plato estaba Heno y le insistió a que comiera más rápido cuando ya no podía poner más en su tazón.
Silvia no tuvo más remeque empezar a comer. Mientras comía con la cabeza baja, Luis notó en ese momento que llevaba puesta una camisa de cuello alto y mangas largas, a pesar del calor del día. Aunque habia aire acondicionado en el interior, era muy difícil soportar el calor una vez fuera.
-¿Estás sintiendo malestar de nuevo últimamente? Sabía que Silvia claramente tenía intolerancia al frío. Silvia notó su mirada y negó con la cabeza de manera incómoda: -No, solo siento que el aire acondicionado en la oficina está demasiado frío.
-Tranquila, mañana puedes llevarte una chaqueta. Con esa ropa, seguramente te sientes muy sofocada.
St, de acuerdo.
Silvia bajó la cabeza para evitar que él viera las feas marcas en su cuerpo. Lo que no sabía muy bien era, que, en otra habitación, Jullo estaba observando minuciosamente cada movimiento de los dos a través de las cámaras de seguridad. El llamó al mesero y le algunas instrucciones. Poco después, el mesero trajo una botella de vino tinto y se acercó a la sala privada de Silvia y Lais.
-Hola, esto es un obseqde nuestra tienda para ustedes dos.
El mesero no esperó a que Luis y Silvia respondieran antes de acercarse a ellos para servir de inmediato el vino.
-le dijo Luis muy seriamente. El sabía que Silvia tenía problemas No, gracias, no bebemos le dijo Luis muy para controlarse cuando bebía, así que nunca la dejaba beber cuando salian juntos. Fue entonces cuando, al decir eso, el mesero tembló y derramo directamente la copa de vino sobre Silvia.
Lo siento mucho, lo siento mucho...
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmEl mesero rápidamente le ofreció servilletas para que se limpiara.
-No te preocupes por eso, puedo hacerlo yo misma -dijo Silvia, también nerviosa. Debido a que el vino tinto había salpicado un poco en su cuello, el mesero desabrochó los botones de su camisa para limpiarla.
Luis se levantó y se acercó a ella, pero cuando estaba a punto de ofrecer su ayuda, symirada se m detuvo justo en los pequeños puntos rojos en su delicado cuello. Sin decir una sola palabra, apartó la mirada y le entregó al mesero una tarjeta: -Ve y cómprale un nuevo conjunto de ropa.
-De acuerdo -respondió el mesero, visiblemente nervioso, y salió de inmediato con la tarjeta en la mano.
Silvia aún no sabía sabía que -Voy al baño.
Luis ya había visto las marcas en su cuello: -Está bien, le pediré al meseró que te entregue la ropa.
-Sí-dijo Silvia antes de salir apresuradamente de la sala privada.
Pero justo cuando llegó al baño, una figura alta bloqueó en ese momento su camino. Jula agarró la llevó al interior, cerrando bruscamente la puerta tras de ellos. Era un baño unisex. Silvia lo miró con total confusión: -¿Qué estás haciendo aquí? +15 BONUS
-Fue en verdad una coincidencia. Si no hubiera venido aquí, no sabría lo o sabria lo feliz que está mi esposa cenando con otro hombre le dijo Jumientras miraba hacia el cuello de ella. X