15:19 Capitulo 710 Marisol continuo marcando el nimero de Antonio, pero la grabacién automatica del sistema fue la tnica respuesta que recibid.
En cada departamento habia televisores que usualmente transmitian programas variados del canal, pero ahora todas las pantallas mostraban noticias sobre el terremoto y la cifra de muertos que aumentaba sin cesar. Las impactantes imagenes la hacian sentir cada vez mas inquieta.
“Ay, qué despiadada es la naturaleza!” Ni que lo digas! Ante catéstrofes como esta, entendemos cuan pequefios somos. Oi que con mas temblores aumentaron las victimas, incluso entre los rescatistas y doctores atrapados.” Mientras escuchaba los comentarios de sus compafieros, Marisol se sentia mas triste.
Gisela, al volver de la sala de transmisiones, que Marisol todavia estaba sentada en su escritoy pregunté sorprendida, “Marisol, ;como es que no te has ido si ya es hora de salir?” Marisol se mojo los labios, “Estaba a punto de irme...” “Entonces perfecto, vamos juntas!” Gisela fue por su mochila, Pero al volver, Marisol segufa sin moverse. Al llamarla, “;Marisol?*, ella se levant6 de repente y corrié a la oficina del jefe. Gisela no pudo detenerla.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtLa puerta del despacho se abri6é bruscamente, haciendo temblar los cristales a su alrededor.
El editor en jefe, que estaba tomando un té, se asusto tanto que casi se ahoga.
Sus pocos cabellos sobre la frente calva se erizaron de enojo al encararla, “Marisol! Ya estas supervisando a los becarios, jy todavia actdas tan impulsiva? jMadura un "8 Marisol ignord la reprimenda y fue directa al grano, “jQuiero ir a la zona del desastre!” *;A la zona del desastre?” El editor pregunt6 el jefe sorprendido.
iSi!” Marisol asintié con vehemencia, tratando de encontrar argumentos para convencerlo, “Editor, todo el pais esta siguiendo la cobertura del terremoto. Si voy al frente puedo aportar reportajes mas profundos.” El editor reflexioné un momento y dijo, “La verdad es que nos estamos quedando atrés con la cobertura en la zona del desastre yhan pedido que envie mas personal. Pero ya tengo a alguien en mente. No es tan facil como te imaginas; necesitamos a un reportero con mejor condicién fisica, un hombre. Ti quédate en el canal y sigue con otras noticias.” con tus La explicacién era razonable. La cobertura en la zona del desastre era mas dura que el trabajo habitual en el campo, y en tales circunstancias los hombres tenian ventajas evidentes sobre las mujeres.
Marisol se mostré desafiante, “Pero, ¢y si insisto en ir?” “iNo entendiste lo que acabo de decirte?” regafd el editor.
Marisol apret6 los dientes como si tomara una decision radical, “Si nolo permites, entonces... renuncio!” “Marisol!” El editor se levanté furioso, golpeando la mesa, “Parece que te crecieron alas, ;jeh? ;Ahora te crees tan importante que puedes amenazacon renunciar? Duna buena razén para ir.” Marisol respiro hondo y dijo con calma, “Mi esposo esta all!” El editor se quedo sin palabras, luego accedid, “Arreglaré que esta noche tomes el avién de rescate. Lleva tu propia comida y agua, no seas una carga para la gente del lugar.” “jGracias, editor!” Marisol estaba emocionada.
Al volver a casa desde el canal, comenzd a empacar a toda prisa. No era un viaje de negocios ni un paseo, asi que salo tom una mochila de montafia. Ademas del equipo para reportajes, incluyd algo de ropa y muchos paquetes de fideos instantaneos Esa misma noche, a las diez, Marisol ya estaba en el avién hacia la zona del terremoto, Por la falta de un aeropuerto cercano y caminos montafiosos bloquendos por deslizamientos debido al terremoto, Mansol tuvo que dejar el vehiculo y cruzar a ple las montafas. Llegd a la zona afectada al mediodia del siguiente dia Era la primera vez que Marisol presenciaba una escena como esa, tan impactante que quedo sin palabras y abrumada por la tristeza.
Entre la multitud coman bomberos y militares, asi como la presencia més llamativa de los médicos, muchos rescatados Sorando de dolor, pero ain mas numerosos eran aquellos que lloraban frente a las ruinas por la pérdida de sus seres queridos.
Después de observar la escena por un largo rato, finalmente encontrd la figura erguida que habfa estado anhelando ver. El corazén que habia mantenido en vilo finalmente se calmé.
iEl estaba bien! Antonio, vestido con una bata blanca, estaba inclinado atendiendo a un joven bombero herido, vendandole las heridas. La bata de Antoestaba sucia, el ruedo manchado de barro, pero incluso en ese entorno, sus rasgos segufan siendo impresionantemente atractivos.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmComo si hubiera sentido algo, Antose enderezo bruscamente y se volvié.
Esos ojos encantadores la miraron directamente, con un atisbo de sorpresa que desaparecié tan rapido como habia aparecido, como si no esperara verla en la escena del desastre. Después de terminar de vendar, cruzé la multitud hacia ella con pasos agigantados.
La gente seguia pasando a su alrededor y el ruido de fondo era ensordecedor, Marisol, algo atontada, preguntd: “Antonio, ;por qué no pude comunicacontigo por teléfono?” “Muchas torres de comunicacién aun estén siendo reparadas, ino hay sefal!” Antosefald varias torres de comunicacion derribadas, descubriendo que su teléfono se habia convertido en un adorno inttil después de llegar.
iAh! Marisol susurrd y luego encogiéndose de hombros afiadid, “Fui al hospital ayer a buscar a Sayna, su brazo no era nada serio, le pusieron una férula y fue dada de alta el mismo dia, Elladijo que habias venido al lugar del desastre para ayudar en el rescate.” Los ojos encantadores de Antose entrecerraron ligeramente, “Entonces, ;cémo es que viniste?” y Marisol, sin levantar la vista y sin ver la pizca de esperanza en sus ojos, se limité a ajustar la correa de la camara que sostenia y explicé incdmoda, “el canal esté corto de personal, fui enviada para reforzar el equipo de reportaje.” Antogrusin decir nada, y una enfermera corrié a su lado llaméandolo. El le lanzé una mirada y dijo, “jTengo pacientes que atender!” Después de que Marisol asintiera, lo alejarse rapidamente.
los En la zona del desastre se habian montado varias tiendas de campana, incluyendo una estacién temporal para periodistas. Ella encontré a sus colegas del canal que habian llegado primero, dej6é su mochila y se unié a ellos con la camara al hombro para cubrir las noticias, enviando las actualizaciones de la situacion al canal.
Mientras observaba a través del lente a las personas que se esforzaban al maximo en el rescate, Marisol no pudo evitar girar la cabeza hacia la direccion del equipo médico, y esa figura erguida se proyecté directamente en su vision.
Habia viajado miles de kilémetros, superando montafias y rios, solo para asegurarse con sus propios ojos de su seguridad.
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