L&J
En los siguientes dias, las redes estaban por estallar con la noticia del nuevo presidente de Doinel y mi inesperada salida de la
empresa, dejé los chismes a un lado y segul buscando alguna noticia de mis padres que segulan sin aparecer, ni siquiera sus
cuerpos han encontrado, lo que me devolvia un poco de esperanza.
Desde el momento que abandoné la empresa que una vez fue mia, estuve estudiando exhaustivamente mi siguiente paso, me
la pasaba dia y noche en el despacho de mi padre, con Tristán dibujando en el sofá y algunas veces sola cuando Alexander
venia a pasar todo el tiempo posible con él o cuando debia irse a la cama.
Vincent fue muy acertado al decir que debla mantener la mente ocupada, pues, aunque seguia intranquila sin saber el paradero
de mis padres, dejaba de preocuparme al estar sumida en mis nuevos proyectos y hoy, por fin pude finiquitar todos los detalles
que faltaban para llevar a cabo mis planes.
No mentia al decir que tomaria las riendas de mi vida y este era un gran paso,
Justo cuando guardaba todos los documentos para dejar todo listo, la puerta fue tocada y no esperaron a que respondiera con
un “base”, cuando apareció Abby con una sonrisa de oreja a oreja.
He llegado, ya nos vamos? Está todo listo tal y como te lo prometi. -Abby era la única que sabía lo que queria hacer. Después
de renunciar a Doinel, decidió irse de su casa y yo la recibi con los brazos abiertos en la Villa, la casa era muy grande y la
ausencia de mis padres me hacia sentir muy sola.
Tristán dejó lo que estaba haciendo y salió disparado hacia Abby, mientras tomaba todo lo que iba a necesitar.
-Te felicito, Abby, to has conseguido en tiempo récord. Pues vámonos. -respondi alegre, aunque los nervios comenzaban a
aparecer por todo lo que estaba arriesgando, sin saber si el resultado seria el esperado.
Segui a Abby, quien llevaba a Tristán de la mano y cuando llegamos al estacionamiento, un auto se detuvo cerca de nosotras.
Le di un rápido vistazo a Abl
y pude ver la sonrisa casi inexistente que se asomaba en su rostro.
que
Vincent bajo del auto con sus galas de sol y no hacia falt by dijera algo para saber que se estaba derritiendo por dentro, pues
la relación de ambos mejoró considerablemente desde el momento que mi primo se dio cuenta que Abby no era la persona que
él imaginaba, aunque, Abby decidió ser un tanto indiferente por el desplante que este le hizo en New York,
Abby, te he dejado miles de mensajes y no has contestado ni uno. -Vincent habló con cierta irritación y tuve que reprimir una
risa que estuvo a punto de escaparse, al ver que la psicologia inversa de Abby estaba dando resultado.
-¿Me has escrito? Lo siento, no he visto el celular, Dame un segundo. -Abby sultó a Tristán por un segundo para sacar su
teléfono de la cartera y luego de mirar la pantalla, habló.-“Eso quiere decir que no aceptarás mis disculpas”. “Abby, la cena de
hoy va en serio, necesitamos hablar”: “Dame una respuesta”. “No me gusta disculparme por mensaje, acepta mi invitación”:
“Reconozeo que me he equivocado y no te tomes en serio lo que te dije ayer, no hace falta que firmes ese contrato.” “Abby...-mi
amiga leia cada mensaje en voz alta y fue interrumpida por un nervioso y avergonzado Vincent que se acercó a ella para
arrebatarle el celular, impidiendo que continuara dejándolo en evidencia, entonces entendi el rumbo de la conversación, al igual
que el motivo de su insistencia para que Abby aceptara la cena.
El motivo de sus disculpas no era por como la ha tratado todo este tiempo, sino por una propuesta poco común de mi primo y
que, por lo visto, Abby se negó rotundamente y se indignó como nunca.
No pude aguantar más y solté una risa mientras cubria mi boca con la mano.
-Paso por ti a las acho. -Vincent le devolvió el teléfono enseguida y ella esbozó una sonrisa de autosuficiencia, esto no iba a
terminar bien.
-Confias mucho en ti mismo. Lo siento, pero no puedo, será en otra oportunidad. -Abby respondió segura de si misma, dejando
helado a Vincent en su lugar. -Sari, vamos o llegaremos tarde. -sin esperar que Vincent dijera una sola palabra, entró en el
asiento de copiloto junto con mi hijo y cerró la puerta desapareciendo de la vista de ambos.
Observé con desaprobación a Vincent y este tenia la vista en el auto con evidente irritación, aunque no pudiera verla. Sin darse
cuenta de que seguía mirándolo, aclaró su garganta y se quitó las gafas para hablar sin dedicarme una mirada,
Sarita, ja dónde van?-preguntó con voz tranquila, pero sin ocultar su repentino interés por saber a donde iria mi amiga.
asuntos, pero Abby no es el tipo de mujer al que estás acostumbrado y creo que ya deberias saberto, si te interesa tanto como
parece, no le pidas que firme un contrato para estar con ella.
Le di una palmadita en el hombro, cuando en su mirada noté que habla dado justo en el clavo, Quizá no lo quiera admitir en voz
alta, pero el interés por ella habia nacido y sin darse cuenta, comenzaba a crecer muy rápido.
No esperé que me respondiera y entré al auto dejándolo solo, miré con complicidad a Abby, pero esta hacia su mayor esfuerzo
por ocultar sus emociones, aunque eso no iba a durar por mucho tiempo.
En completo silencio, escuchando la sola voz de Tristán que hablaba de cualquier cosa, conduje a la dirección donde naceria
una nueva Sarah más fuerte que nunca.
El imponente edificio apareció ante mis ojos después de varios minutos conduciendo por las calles de Paris y una sonrisa de
complacencia se dibujo en mi rostro.
No lo puedo creer, ¿estás segura de que Vincent es integrante de tu familia? Bueno, ni siquiera lleva tu sangre y con todo el
respeto que la Sra. Lefebvre se merece, pero su hijo es un real imbècil. ¿De dónde ha sacado que, para estar con una mujer
necesita un contrato? ¡Qué estupider! Deberia dejar de ver tantas peliculas, están afectando su cerebro. -y lo soltó por fin, sabia
que no podia aguantar por mucho tiempo callada, guardandose lo que opinaba de Vincent y para ser honesta, estaba de
acuerdo con ella. -Sabes lo mucho que me gusta ese idiota de ojos verdes, pero no merezco ni me conformo con tan poco, que
se meta su contrato por...
–
-Calla esa boca sucia, Tristán está presente.-le recordé cuando apagué el motor del auto y dejó la frase sin terminar, mirando al
Tristán sentado en sus piernas, que parecia divertido con la exasperada tia Abby. -Vale, admito que se le ha pasado la mano,
pero deja que todo fluya, tal vez reflexione y si no lo hace, completas la frase en su cara.
-¿No sabes con quien estás hablando? Por supuesto que lo haré. -Abby tomó una bocanada de aire para calmarse y en un
segundo su expresión cambió a una más seria.-Entremos, ya quiero ver tu cara de admiración por el gran trabajo que hice.
Y los nervios que se habian desaparecido con la conversación, reaparecieron con más intensidad, sin embargo, no podia dejar
de
sonreir.
Enseguida baje del auto y esperé que Abby saliera con Tristán para tomarlo de la mano, quedando en medio de ambas. Al
entrar por las amplias puertas, observé detenidamente la recepción que estaba vacia por los momentos, la decoración era tal y
como lo imaginaba, incluso mejor, la elegancia y sutileza se apreciaba por cada rincón que mirase, predominando los colores,
blanco, n***o y dorado.
Esto es mejor de lo que esperaba. -admiti sin dejar de observar uno de los lugares más importantes del edificio.
-Bienvenida a L&J, la primera de muchas empresas que vas a tener y la que le dará miles de dolores de cabezas a los traidores
que tengo como familia. -la emoción creció en mi pecho por la manera que Abby dijo aquello.
Esta es mi primera empresa y la llevaria más alto que Doinel, era una manera justa de darles un buen golpe y que se enteren
que, aunque se han quedado con una empresa muy reconocida, no era nada sin una buena administración.
Junto con Abby y Tristán, le di un recorrido a todo el edificio, conociendo cada oficina, cada escritorio, cada espacio en el que
trabajaria, Abby se lució con la remodelación, habia captado de inmediato todas mis ideas y las ejecutó a la perfección, solo
faltaba anunciar la inauguración de la nueva marca parisina L&J, la empresa creada en honor a mis padres.
Una vez que terminamos el recorrido, le avisé al grupo de relaciones públicas de mi nueva empresa, que nos reuniriamos en la
villa Doinel en una hora, tiempo suficiente para volver con calma, después de comprarle un helado a Tristán.
– Todo está preparado, para iniciar en la fecha acordada, el lanzamiento de la nueva marca va a opacar las noticias de Doinel,
estás haciendo muy bien, todo está marchando en... orden. -Abby apenas terminó completar la frase, cuando se detuvo en
medio del camino y su mirada se posó en un cuerpo que esperaba a un costado de mi auto.
Mi sorpresa fue más que grande al verlos aqui.
-¿Vincent?
-Abby.
-¿Alexander?
Cariño.
Vincent hace unos segundos mientras hablaban de Dios sabrá qué.
-Hijo. -Tristan se soltó de nuestro agarre y salió corriendo a los brazos de Alexander, quien estuvo apoyado en el auto de
Vincent hace unos segundos mientras hablaban de Dios sabrá qué.
-¿Nos has seguido? Eres increible de verdad. -Abby habló mientras se acercaba a Vincent echando chispas.
No me quedó de otra más que terminar de caminar hacia ellos y Alexander se acercó enseguida con Tristán en sus brazos.
-¿Qué haces aquí? ¿Qué es este lugar? preguntó Alexander mirando el edificio detrás de mi y lo mire inexpresiva.
Yo deberia preguntar qué haces tú aqui. -respondi con otra pregunta, aunque ya sabia que Vincent era el responsable de esto,
seguramente mi primo nos siguió cuando no le dije a donde iriamos.
-Vincent me citò aquí, pero no supo responder cuando le pregunté por este lugar, solo podia hablar de Abby y de un contrato
que va a destruir, la verdad no entiendo nada. -habló, confirmando mis suposiciones y antes de que pudiera decirle algo, Tristán
se adelantó a hablar.
-Es la nueva empresa de mama, es muy grande y bonito, ¿Patick va a trabajar aqui? -abri mis ojos con asombro, pues mi hijo
solto todo sin titubear, revelando la información que aún no queria soltar.
Mire a cualquier lado, evitando la mirada acusatoria de Alexander y mi mirada cayo en la parejita que conversaban a unos
metros de
nosotros.
-Entonces, es en esto en lo que has estado trabajando en secreto. -no supe descifrar el tono con el que me hablaba y tuve que
volver a mirarlo para darme cuenta de que sonreía orgulloso mirando de nuevo el edificio. Aquella sonrisa esfumo cualquier
atisbo de nerviosismo, dejando una agradable sensación en mi pecho.-Sabia que te ibas a impulsar con más fuerza después de
tocar fondo, estoy tan orgulloso de ti, de las ganas que tienes de llegar a lo más alto, a pesar de todo por lo que estás pasando.
Eres más fuerte de lo que pude imaginar. Tienes tanta suerte de la maravillosa mujer que tienes como madre, ¿lo sablas?-mi
corazón se derritió por la manera que Alexander le hablaba a su hijo, dejándome sin palabras.
Tristán asintió elusivamente con su cabeza y extendió su brazo para abrazarme por el cuello y con su otro brazo, abrazó a
Alexander
quedando en el medio de ambos. Me senti tan cómoda, que casi olvido hasta mi nombre, hasta que escuché una voz masculina
detrás de
-¿Esta empresa es tuya y no fuiste capaz de decirmelo? -Vincent ya estaba cerca de mi y me separé solo un poco de Tristán
para mirar el rostro enojado de mi primo. -Hiciste todo esto por tu propia cuenta sin contar con mi ayuda, merecia saberlo al
menos..
Le di una mirada acusatoria a Abbyy ella estaba cubriendose la boca con una mano porque sabia que habló de más,
-Si serás imbécil. Claro que iba a decirtelo, pero antes queria tener todo listo y que el proyecto fuera un hecho. No pagues tu
enojo con ella, no te das cuenta de que ha hecho un gran trabajo, esto será una gran bofetada para Paul.-Abby me defendió
inesperadamente y me encogi de hombros restándole, dándole la razón a Abby, no le tome mucha importancia porque sabía
que estaba molesto con él mismo y solo estaba desahogándose hasta con lo más minimo.
Sabes qué, tienes toda la razón, no pagaré mi enojo con Sarah, pero si contigo. Hagamos esto al estilo Abby. -dijo Vincent
sorprendiéndonos a todos y en el siguiente segundo, alzò a Abby en sus brazos, quien comenzó a patalear gritando para que la
dejara en el suelo. Sarah, iré más tarde a conversar contigo de muchas cosas, Con permiso. -al siguiente segundo, se llevó a
Abby hasta su auto y la obligó a entrar pese a que ella se oponia.
-Enloqueció.-dije mirando la escena a un lado de Alexander, como si fuera el espectáculo más entretenido que haya visto en mil
vida. ¿Crees que deberia impedir que se la lleve?-pregunté indecisa, pues, aunque no se la llevó de la mejor manera, sabia que
a ella le agradaba su presencia.
Mejor no, se deben una conversación. Vincent no le hará nada malo, confia en tu primo, sabes que es un buen hombre, pero no
sabe como lidiar con sus sentimientos.-miré a Alexander con el ceño fruncido por lo que acaba de decir y por poco suelto una
risa.
-Ahora son mejores amigos, interesante. -dije divertida y me rodeó con un brazo mientras negaba con la cabeza.
Más que eso, ahora somos primos. -no pude aguantar un segundo más y solté una carcajada, se nota que pasa mucho tiempo.
con Vincent, ambos confian mucho en si mismos. -Tú y yo también nos debemos una conversación. Todo esto que está
pasando me está dejando una gran lección, y es que no sabemos lo que nos depara el futuro, hoy estamos, mañana no
sabemos y tenemos un hijo al que debemos cuidar, amarlo y protegerlo, ahora ustedes son mi familia y no sé que seria de mi si
llegase a perderlos por esas personas sin escrúpulos. Pero, por ahora vamos a celebrar este gran paso que estás dando,
¿celebramos con un helado?