Capítulo 250
Farel se quedo petrificado por un momento, bajé la mirada y la fijé en ella.
—Lo adiviné, gverdad?—Evrie alzo la cabeza y lo mird, sus ojos brillaban.
Intento sonreir con esfuerzo, pero solo dibujé una sonrisa que termindo siendo amarga.
—Fuiste al Triangulo Norte a rescatarme, moviste tales influencias oficiales gracias a la ayuda de la Familia Da Silva, gcierto?— —La Familia Da Silva te ayud6 porque te puso condiciones, para que te casaras con Olivia, gverdad?—
Evrie lo observaba con una voz ronca y rasposa—Mira, no tienes que ocultanada, en realidad ya lo habia adivinado todo.— Farel apreto los labios y no dijo nada.
Ella era tan sensata y astuta, él deberia haberlo sabido desde antes.
Pensando que solo queria tener un romance con ella y luego darle una generosa compensacion al terminar, como una indemnizacion por haberse enamorado.
No imagin6o que al final seria Evrie la que lo acompafaria en este teatro. —Entonces, zya lo sabias todo?—pregunto Farel.
—Sabia que eventualmente terminariamos, pero no tan pronto.—Evrie bajé la mirada—Pero quizas es mejor asi. Alguien como yo siempre causa problemas a los demas. Estoy contenta de haberte conocido.—
Parpadeé, sus ojos se tornaron rojos. Pero aun asi, intentaba sonreir.
—No quiero la casa ni la tarjeta bancaria, y pagaré la deuda médica de mi padre. Espero que notengas lastima ni me desprecies. Por ultima vez, zpodemos respetarnos como iguales?—
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtFarel la miraba fijamente.
— De verdad no quieres nada?—
—Nada.—
— Asi que estuviste conmigo un mes sin obtener nada a cambio?—
—El Dr.copy right hot pub
Farel reciun disparo por mi,salvo la vida dos veces, eso es mas que suficiente—
Farel tomo una respiracion profunda, encontrandose con su mirada obstinada y al final cerrd los ojos. —Esta bien, te respeto.—
Evrie se sinaliviada al escucharlo.
El juego habia acabado, era hora de irse.
Manteniendo la espalda recta, no volvié a mirar la villa ni una vez mas y se giré para irse.
Al llegar a la puerta, Evrie se detuvo, se voly se incliné profundamente hacia Farel.
—Dr. Farel, gracias por todo, por salvala vida, por tu sinceridad. No olvidaré ni un solo dia en el Triangulo Norte.— —Te deseo paz y felicidad en el futuro, te vaya bien en todo.—
Farel la observaba con un dolor punzante en su corazon.
La noche estaba oscura.
Y asi, se fue Evrie.
Su figura pequefia y fragil desaparecié en la entrada sin mirar atras ni una sola vez.
Farel pens en seguirla, pero justo cuando lleg6 a la puerta de la villa, un Maserati llamativo se detuvo frente a él. La puerta del carro se aby Olivia, con su figura esbelta, bajo del vehiculo.
—Farel, te he estado buscando por todo el mundo y tu estas aqui con otra chica.—
Farel se detuvo en seco.
La miré un momento y con tono indiferente dijo:
—estas siguiendo?—
—No lo digas asi, solo vine a recordarte que no olvides nuestro compromiso.—
Olivia sonrié con satisfaccién.
—Sabia que nodecepcionarias.—
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmObservé la villa con interés y d
—Ya que no pudiste regalar esta casa, ,por qué nola das a mi?gusta bastante.—
Farel saco una tarjeta del portafoy se la entrego.
— Esta no sirve?—
—No.—
Farel abla puerta del carro y tir el portafoadentro.
La expresion de Olivia se endurecié por un instante.
Un atisbo de incomodidad pas6 por su rostro.
Pero rapidamente ajusté su estado de animo, recuperando una sonrisa en su cara.
—Bueno, entonces tomaré esta tarjeta y en unos dias elegiré la localizacion, para preparar nuestra casa matrimonial.— La mirada de Farel se oscurecié y su mano se poso en la puerta del carro.
—yYa oscurecid, como viniste en tu carro, no hard falta que te lleve de regreso.—
Era una manera sutil de decirle que se fuera.
A Olivia no le molestd, agité su tarjeta de banco y le guifid un ojo.
—Ven a comer a la casa de tus padres mariana, nuestros viejos van a hablar de la fecha de la boda, no lo olvides.— Farel respondié con un sencillo: —Esta bien.—
Cuando Olivia se fue, Farel subié a su auto y siguid el camino para alejarse de la mansion, no tardo en localizar a Evrie.
Disminuy6 la velocidad, manteniéndose a una distancia prudente, siguiéndola sin acercarse demasiado.