Capítulo 183
Capitulo 0183
Al mismo tiempo, una voz mas fuerte que grit6 “Cira” eclips6 la de él, i y los pasos del hombre se detuvieron de repente! Se quedo parado en la linea entre la oscuridad.
Cira, corriendo a toda prisa, levantd la cabeza con desconcierto. gEra una ilusién?
~Parecia que alguien la estaba llamando?
-jCira!
Otra vez, un llamado.
De repente, Cira detuvo sus pasos. dos grupos de luces de automoviles que se acercaban desde lejos. Al siguiente segundo, las luces se convirtieron en faros, iluminando intensamente en linea recta hasta ella desde menos de cien metros de distancia.
Era como un rayo de luz descendiendo del cielo.
El bosque era grande y, por supuesto, no solo habia un camino. Sin sefiales, y sin alguien local para guiar, solo podia depender de la suerte.
La suerte de Morgan era bastante buena. Encontré la carretera principal y condujo el coche hasta unos veinte o treinta metros de Cira antes de detenerse.
Cuando los dos hombres vieron que alguien venia, intercambiaron miradas y se dieron la vuelta rapidamente, escondiéndose en el bosque.
Cira se cuenta de que estaba tan cerca del camino correcto. Cuando se tambaleaba en la oscuridad antes, estaba yendo en la
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a Morgan salir del coche, acercandose rapidamente a ella en unas zancadas. Su corto cabello estaba alborotado por el viento, y el abrigo ondeaba en el aire.
La primera persona en llegar resulté ser el, Morgan. Cira lo miro fijamente mientras se acercaba, su apariencia volviendose cada vez mas clara. Su estado de animo, un revoltijo de miedo, se volvia cada vez mas confuso.
Cuando Morgan lleg6 a su lado, tomo su brazo. Al apretario, sinun escalofy fruncid el cefio. Se quité rapidamente la chaqueta y la
colocé sobre ella.
-4Estas herida? -pregunto en voz baja.
-No... -responella.
Su llegada fue oportuna.
Llego justo antes de que ocurriera lo peor.
La voz de Morgan tenia un tono indescifrable: -Te salvaste por poco.
Estaba a punto de llevarla consigo cuando Cira se cuenta de que atin no se le habia pasado completamente el miedo. Sus piernas se volvian debiles y, al intentar dar un paso, casi cay.
Morgan decicargarla en brazos. Cira se sorprenpor la cercania de la respiracion del hombre y después de un momento de desconcierto, intento apartarse
empujando su pecho para crear distancia: -j|No es necesario! Puedo caminar por mi cuenta después de tomar un respiro.
-No te muevas.
+25 BOR
-Cira, sintiéndose fria, hambrienta, asustada y débil, reaccion tardiamente y dejé de resistirse cuando él le gritd. Morgan la miré y pregunto: -¢ Te asustaron los espiritus en el bosque?
Su rostro estaba palido.
Cira confirm6 que él no habia visto a los dos hombres que la perseguian.
la llevo de vuelta al automovil con paso firme. Helena abrié la puerta del coche. De repente, Cira gird la cabeza hacia una direccion.
Pero ella no nada.
Aunque donde paraba ella estaba iluminado, los tres en el bosque la vieron girar la cabeza.
Hubo un “encuentro de miradas’, pero ellos la reconocieron, mientras que ella no sabia quiénes eran.
Sandra hablo en voz baja: -Jefe, se van. Debemos irnos también.
Morgan se giré para volver por el mismo camino que vinieron, como
si nunca hubieran estado alli.
Pero en ese momento, numerosas linternas iluminaron el bosque, acompafiadas de ruidosos pasos que se acercaban.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm-jAqui estan! jEstan aqui!
Morgan giré con Cira en brazos, mirando en esa direccion.
Los tres en el bosque, que originalmente estaban a punto de irse, también se detuvieron para ver cémo se desarrollaba la situacion.
Los aldeanos se agolparon alrededor, sefialando a Morgan: -jSon ellos! BONUS
El hombre de mediana edad que lideraba, probablemente el alcalde del pueblo, pregunto directamente a Morgan: ,Quiénes son ustedes? ~Cdomo es que estan aqui tan tarde en la noche?
Morgan, por supuesto, no iba a responder a sus preguntas.
Helena les responcon otra pregunta: ,Y ustedes quiénes son? ¢ Qué quieren hacer? -No queremos hacer nada -el tono del alcalde era duro-. Mientras
nos aseguren que no hablaran de lo que vieron esta noche, podemos dejarlos ir.
jQué palabras mas extrarias!
Morgan ni siquiera sabia de qué estaban hablando.
Cira, entre la multitud, observé a los dos hombres que cavaban el hoyo, el regordete y el delgado. Supuso que lo que querian mantener en secreto estaba relacionado con ese hoyo.
La actitud de Morgan, en los ojos de los aldeanos, parecia una
negativa a colaborar. Varios jovenes robustos con palos se miraron entre si: -jAtrapenlos primero!
“Sil