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!Canalla ¿Satisfecho con mi muerte?

Capítulo 256
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Capítulo 256

“¡Aqui no engañes a Ainara, te lo digo, tú, Renán, eres el peor del mundo!” Heldaprotegió de Renán, impidiendo quellevara.

No le hice caso a Renán, en ese momento solo queria encontrar a Kent…

Mi corazón latia rápido ysentia agitada, una ideaconsumia: si a Kent le pasaba algo, iria tras Braulio…

Helda empujó a Renán yllevó a haceun examen completo, el médico suspiro. “Estás embarazada, no deberias dejarte lastimar asi, es momento de estar tranquila y cuidar de tu bebé.”

Bajé la mirada hacia mi vientre, mis ojos se llenaron de lágrimas.

Kent volveria, eso seguro. Tanto el bebé como yo lo estábamos esperando.

“Kent…” dije nerviosa, mirando a Helda.

Helda apreto mi mano. “Piénsalo, Kent es un genio, muy inteligente, seguro ni siquiera estaba en ese carro. De lo contrario, ¿cómo es que todos estaban alli menos él? Que no lo encuentren puede ser una buena señal.”

Asenti con los ojos llorosos.

Que no encontraran a Kent era una buena señal….

Tal vez Kent ya habia encontrado la manera de bajarse del carro.

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Kent era tan inteligente….

“Revisemos allá.”

“¡Por aqui!”

Unos tipos sospechosos aparecieron en el hospital, buscando a alguien con fotos en mano.

Sabia que eran hombres de Braulio, él no dejaría las cosas así tan fácil.

Especialmente después de lo que Renán había dicho… si lo que había hecho a Adrian y a Brauera cierto, Brautendría aún más razones para querer matarme.

“Nayri…” Helda estaba nerviosa. “Esos locos vinieron hasta aquí al hospital.

“Es realmente una locura…” dije con voz profunda.

Con Felipe ido y el destino de Kent incierto, si Braulograba deshacerse de mi, la inmensa fortuna de la familia Linares caeria en sus manos.

Eso sería mucho más fácil que ganarse la vida arriesgándose con negocios ilegales.

“El dinero puede magnificar la maldad en las personas hasta el infinito.” Agarré a Helda y nos escondimos en un consultorio, entre una multitud de gente que esperaba.

Renánechó una mirada. “Los distraeré.”

Frunci el ceño, esos tipos eran mercenarios profesionales, si ni siquiera podia con Kent, ¿qué iba a hacer?

Capitulo 256

Pero ya se acercaban, asi que no tenía más opción que escondeentre la gente.

Renán se adelantó y empujó a uno de ellos, corriendo hacia afuera para atraer su atención.

Helda y yo nos escondimos por un tiempo, y después de asegurade que no habla nadie sospechoso, llevé a Helda por el pasaje seguro al estacionamiento subterráneo y nos fuimos.

“¡Screech!” De repente, un carro aceleró directo hacia nosotros.

“¡Cuidado!”

“¡Nayri!”

Instintivamente, nos empujamos la una a la otra para evadirlo.

Miré horrorizada cómo los faros del carro se acercaban, y sin fuerzas, cerré los ojos.

Esos farosdaban un dolor de cabeza terrible.

“¡Renán!” Justo cuando el carro estaba a punto de impactar, un Mercedes negro se estrelló de lado contra él desviándolo.

En el estacionamiento, la que gritó por Renán era Yuria.

Ella sí que era una sombra persistente. ¿habla venido por Renán?

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“¡Renán!” Yuria corrió hacia el carro llorando, para ver cómo estaba Renán. Con el ceño fruncido, Renán gritó hacia donde estábamos Helda y yo. “¡Suban rápido al carro!”

Yuria también entró en pánico y se subió al asiento del pasajero de Renán, como si estuviera declarando su soberania. “Ainara, Helda, suban.”

Helda y yo, aún sacudidas por el susto y teniendo que elegir entre el asco y salvarnos, decidimos sabiamente salvar nuestras vidas y subimos al carro de Renán.

“No podemos sacudirnoslos.” Renán miró por el espejo retrovisor.

Helda y yo miramos hacia atrás y vimos que un gran SUV negro nos seguía de cerca.

“¡Cuidado!”

Apenas subimos al viaducto, el otro carro se nos echó encima.

Con un estruendo, nuestro carro se precipitó desde la barrera de protección.

“Nayri…”

Mi conciencia comenzó a desvanecerse, mi visión se oscureció.

“El bebé…” En el momento del impacto, por instinto maternal,encogi protegiendo a mi hijo en el vientre.

Pero la parte inferior de mi cuerpo todavia se sentia caliente.

No, por favor…

No quiero perder a este niño, Kent… él realmente quiere a este niño.