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Destinada a los gemelos alfas

Chapter 29
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29

Lo que encontró Will al entrar a la celda fue un escenario bastante atípico y muy desagradable.

No podia decir que estuviera de buen humor. La m*****a pareja de su alfa lo habia noqueado después

de hacer todo un espectáculo. Como resultado, la habia dejado escapar, al despertar se había

encontrado con un muy furioso alfa que había salido corriendo, y por supuesto, él detrás de él, para

llegar empapado, agitado y aun recuperándose a la celda. Y alli dentro encontró a dos machos a

medio transformarse, con sus miradas doradas completamente reluciente, con un aura asesina que los

rodeaba amenazadoramente, sus feromonas agresivas por doquier que incluso casi lo obligaban a

salir de allí dentro, y entre los dos, pegada a la pared del fondo, temblando como si fuera una débil

hoja indefensa, la loba destinada a ambos.

Definitivamente eso no se veia todos los días, aunque recordando esta imagen se le hacia familiar a

unos días atrás.

-Por favor, cálmense- pidió Will entrando a la celda con cuidado, si hacia movimientos muy

exagerados los colmillos de esos dos terminarian dentro de la piel de su cuello, pero tenia que hacer

algo o se podría salir de control la situación.

Los dos machos que tenían su atención centrada en la loba se giraron hacia él, gruñéndole y

mostrando sus dientes. Will retrocedió. Siempre era difícil hablar con un lobo en medio de la

transformación.

– No los voy a separar de su mate. Solo quiero ver su estado – Will alzo sus manos en son de paz en

un intento de calmar a los machos, algo bastante dificil.

Vio como ellos dos, lentamente, comenzaron a hacer retroceder sus pelajes y a ser menos

amenazantes. Incluso las feromonas disminuyeron un poco y el beta pudo respirar profundo. Ahora…

la loba. En serio no la comprendia. Antes toda fuerte y ahora temerosa. Fue entonces que recordó la

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conversación. Se fijó en el color de los ojos de ella, ahora eran azules, tan claros como el agua

cristalina. Esa era la Clara de siempre, la débil y llorona que siempre era intimidada. Tenía que

reconocer que si fuera la otra Clara todo seria diferente. Había sentido lo fuerte que era, incluso hasta

manipuladora, de seguro sería capaz de mediar con sus dos parejas, entonces no entendía por qué

había dejado salir a esta que no resolvería nada. Bueno, ahora no era momento de pensar, después

tendría tiempo para preguntarle a ella. Por ahora se giró hacia Dixon. -Alfa, creo que antes que todo se

ponga peor deben hablar los tres. Tanto como ella necesita estar cerca de usted también lo necesita

de su otro mate, y mientras más tiempo esté separada más grande será la ansiedad, eso podría hasta

enfermarla. Sería bueno que llegaran a un acuerdo.

Acuerdo? ¿Él y yo? – por supuesto Dixon no tenia esa intención, pero al escuchar los sollozos de

Clara la miro por un momento para cerrar los ojos después – Por favor, dime que no estoy haciendo

esto – la última parte la murmuró para si, sin embargo Ethan lo escuchó y sonrió de lado.

-¿Qué ocurre hermano?- usaba un tono despectivo para nombrarlo con el título familiar Sabes que no

puedes dejarme aquí mucho tiempo.

hernano del alfa-Wil le llainó la atención y este alzó una ceja en dirección al beta – Por favor, usted

también coopere con todo esto. No es fácil para ninguno y si no se ponen de

acuerdo la que más sufre es su mate. Por un momento piensen en ella.

Los dos lobos se miraron de nuevo fijamente. Dixon suspiro apretando sus puños. Nunca le había

gustado que le controlaran la vida, ya lo habían hecho por bastante tiempo y pensó que una vez en la

posición de alfa podría ser completamente libre, pero al parecer… se había equivocado.

-Está bien- dijo con voz grave-hablemos, por Clara cederé, pero no pienses que tendrás toda la

libertad de estar en la mansión o la manada.

-Te recuerdo que tengo el mismo derecho que tú. Que me mantengas aquí encerrado en contra la ley-

Ethan era de carácter dificil a pesar de que solía tener un rostro relajado y una sonrisa en sus labios,

una fachada que solía engañar y mucho.

Ante esto Dixon gruñó en advertencia. Will suspiro esto no iba a ser fácil. Y la tensión en el ambiente

hizo que un nuevo sollozo se escuchara y los tres machos se enfocaran en la hembra llorosa en una

esquina. Dixon y Ethna se movieron a la par, pero al solo dar un paso ella se encogió más en su lugar

y ellos se quedaran quietos en su lugar sin saber qué hacer. Dixon ya estaba acostumbrado a este tipo

de escena, ella se lo había hecho antes ya, pero por su parte Ethan se quedó un poco conmocionado

al ver el cambio de aptitud de ella, primero lloraba, después lo mordía haciendo que llegara a un brutal

orgasmo y casi después lo drenaba y le arrancaba un pedazo de cuello para después volver a llorar.

Definitivamente algo estaba mal en todo aquello.

– Alfa, hermano del alfa…

-Ethan-el lobo lo miro por encima del hombro-No me llames más hermano del alfa, te recuerdo que yo

también tengo derecho a esa posición- gruñó. Will cerró los ojos y buscó paciencia en lo más profundo

de sí. Esos dos le sacarían canas en su ya clara cabellera, demonios con los tres. Y teniendo cuidado

de que ellos no le saltaran encima comenzó a acercarse a la loba, con paso pausado y vigilándolos.

Clara no se resistió al avance de él, porque no era él quien le daba miedo, sino sus dos mates.

Lentamente se arrodilló delante de ella verificando que sí, era la Clara que conocía. Por un momento

no supo a quién preferir, las dos eran complicadas, cada una a su manera

-Clara- le extendió la mano – Volvamos a la mansión y sentémonos a hablar de una por todas. Ellos te

escucharán- el beta midió cada una de sus palabras.

La loba temblorosa alzó la cabeza de donde la tenía escondida y lo miró con sus dos orbes azules

llenos de lágrimas. Acto seguido los giró y repasó a cada uno de sus mates, Dixon primero y Ethan

después, para encogerse aún más en su lugar.

– Ellos dos me hacen daño siempre que estoy cerca de ellos – murmuró de forma quebrada y con la

voz grave por las lágrimas.

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– No lo volverán a hacer, por eso vamos a hablar – Will tenía que buscar una manera de resolver

aquello aun si tenía que mentir, Él no era nadie para decirle a aquello dos lobos como tratarla una vez

que cayera en sus manos nuevamente.

Él me encadenó y encerró- ella sorbio- No quiero volver alli.

Ante sus palabras un gruñido llenó la estancia proveniente de Ethan.

ile hiciste qué?- se giró hacia su hermano – Acaso ella es tu prisionera.

Dixon frunció el ceño en dirección a él.

-Lo hice parea que no volviera a escapar e intentara matarse como la vez pasada- le dijo mostrando

sus colmillos.

Clara se recogió más en su lugar al ellos alzar la voz.

-Tranquila- le murmuró Will – Calma, ellos no lo volverán a hacer.

– Dices eso, pero él también intentó forzarme- esta vez la acusación era dirigida hacia Ethan. El

cuerpo de este se quedó petrificado en el lugar.

-¿En serio?- los ojos e Dixon se entrecerraron. – Pero si ella vino primero a mi- se justificó el lobo

rubio. Will no supo si la situación estaba mejorando, más bien, la loba hablando lo complicaba todo y

no fue la única. Clara, dentro de la loba chasqueó la lengua y se removió, pero esta vez los grilletes

que mantenían su cuerpo atrapado en lo más profundo de la inconciencia la mantuvieron firmemente

cautiva, no como otras veces.

Y aun cuando se esforzó desgarrando sus mulecas para soltarse y tomar ella el control no pudo

hacerlo, la Clara que estaba al mando ahora no la dejaría y ella no era lo suficientemente fuerte

todavía como para poder tomar el control. Así que tuvo que rendirse, pero todo su esfuerzo hizo

estrago. Clara dejó de llorar para estremecerse completamente y una oleada de dolor la envolvió.

Apretó sus dientes para no soltar un gemido de dolor, pero al final no pudo evitarlo y su cuerpo fue

perdiendo la consciencia cayendo de lado, frente a los impotentes machos. Todo a su alrededor se

puso negro y ella nunca supo como fue que había llegado allí