Capitulo 806
Por qué es tan tacao conmigo si eres tanco y siempre generoso con esas mujeres? ¿Acaso no soy una mujer?”
En ese instante, el rostro de Octavio se volvió muy seno, y Samuel al lado suyo hasta tela ganas de golper la pared
Ese dia, por curiosidad, Octavio habia investigado a esa mujer en privado y descubrió que ella y el Sr. Benito lenian
esa clase de relación
Parecia una mujer inteligente, y como necesitaba dinero, naturalmente intentaria aprovechar su relación previa
con el Sr. Benito para obtener más beneficios
Pero ahora actuaba como si el Sr Benito fue un extraño
Incluso se comparaba con aquellas mujeres imaginarias
El ambiente se volvió algo tenso y todos estaban nerviosos
Sin embargo, de repente Octavio soltó una nisa fria y agano la barbilla de Alicia con fuerza Con sus brillantes ojos
fijos en su rostro, dijo lentamente
“¿Te comparas con esas mujeres? Gasto dinero en ellas porque me satisfacen Quieres mostramme lo qui puedes
hacer?”
Alicia mordió su paleta hasta quebraria
“Octavio, eres despreciable
“Yo soy despreciable?
Octavio solo una risa siniestra, se acercó a ella con su imponente figura, feno de la ira que ella habia prowicado
con tanta facilidad
“Ya que me has lamado despreciable, seria una injusticia no mostrarte lo que es verdaderamente serio
Dicho eso pateo la puerta del cuarto con fuerza, haciendo un enorme huido
Antes de que todos pudieran reaccionar, Octavio ya habia empujado a Alicia adentro
Viendo el polvo caer del marco de la puerta, Samuel frunció el ceño
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtEstaba a punto de hacer algo cuando la puerta se cerró violentamente desde adentro, con un sonido muy fuerte
Los dos grandes guardaespaldas también se asustaron ante la escena, tensando sus cuerpos y mostrando
expresiones rigidas en sus rostros
Alicia fue amojada al suelo y, a pesar del suave tapiz del cuarto, quedo adolonda por la caida.
Una vieja herida volvió a doler, haciendo que su rostro se pusiera pálido instantaneamente
Pero Octavio seguia de pie en la puerta, mirandola desde amba mientras se aflojaba la corbata con sus largos
dedos
Debido a ese gesto la manga blanca de su camisa se hao visible
Los ojos de Alicia se abrieron de par en par, llenos de miedo
“Que pretendes hacer?”
“¿Adivina” Tiró su corbata al suelo y la miro sonnendo de manera siniestra
Se acerco poco a poco, dejando su chaqueta caer al suelo descuidadamente
Alicia retrocedia constantemente hasta chocar con el sofá de cuero en la saja Se apoyo en el sofá para levantarse
luego con dificultad, sin importarle el dolor punzante en su cuerpo, y se giro para comer hacia otro lado
Sin embargo, Octavio de repente la agarró por el hombro y la presionó contra el sofá
¿Te comparas con esas mujeres? Bien, quiero ver quién es mejor entre tu y ellas
Casino pudo controlar la funia en su corazón mientras forzaba sus piemas con su rodilla para que se abren
Alicia en ese momento se asusto por completo con la ia de Octavio
Nunca antes, ni en el pasado ni antes de ese día, habla visto a Octavio tan furioso
Tenia mucho medo.
Miraba a Octavio con el rostro palido y los ojos llenos de resistencia y rebeldia
Con las pemas adoloridas hasta el punto de casi perder la sensibilidad intentó juntarlas con todas sus fuerzas, pero
fueron forzadas a abrirse de nuevo
“¿Me estás rechazando? ¿Olvidaste cómo antes usaste estas piemas para enredarlas alrededor de mi cintura?
¿Ahora te haces la virginal?”
Sus palabras insultantes calan sobre ella, haciendo que incluso la dulzura del caramelo en su boca se perdiera por
completo.
Habia logrado humillaria extosamente
Mordio su labio con fuerza y lo miro fijamente.
Pero de repente el arunco sus pantalones. El sonido de la tela rasgándose pareció desgarrar también su corazón.
Cuando su mano toco la unica prenda intenor que le quedaba, los ojos de Alicia se abrieron de par en par
“Octavio!”
Un grito agudo espanto a los pájaros en el parque fuera de la ventana
Ella siempre fue suave y encantadora, su voz era floja y casual
Nunca antes habla gritado asi
Samuel cerro los ojos aterrado en el pasillo
No podia imaginar que estaba pasando dentro
Alicia retrocedia constantemente, su rosto estaba lleno de miedo
“No me toques, mantente alejado de mil
El vendaje en su rodilla estaba empapado en sangre roja y brillante, ella sostenia freneticamente sus pantalones
rasgados, cubriendose la entrepierna.
Sus ojos aterrorizados estaban fjos sobre
Pajecia estar realmente asustada y las lagrimas empezaron a caer inconscientemente
“Vas a mont no me toques, o monras
El cuerpo de Octavio tembe, incluso podia oir au propio latido, sus ojos se estrecharon repentinamente
Miró a la chica encogida en el sofà, el terror en su rostro y las lágrimas hicieron temblar su corazón
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmExtendiola mano para abrazarla, pero ella se encogió aún más
“No me loques, no me toques
Su vor se habia vuelto ronca
Octavio in abrazo a la fuerza, Alicia luché, pero di la apretó más fuerta, almente su cara fue presionada contra su
pecha, no gudo liberarse y comenzó a llom desperadamente
Home toques, vas a morir
BUD
“Na ninguno de nosotros va a morir!”
Al parecer, al confirmar que Octa–realmente no iba a hacer nada más, toda la tensión de Alicia se esfumo
El sollazo en su pecho ceso de repente
Octavio contuvo el aliento, bajó la mirada para verla, pero se dio cuenta de que habla caido inconsciente
Todavia había lágrimas en su rostro, estaba tan pálida que parecia haber perdido la vida
Las pupilas de Octavio se contrajeron repentinamente
*Samuel
Samuel, que habia estado vigilando la puerta, comió adentro sin dudarlo al ol el llamado.
El caos en la habitación lo hizo detenerse por un momento
Sin embargo, antes de que tuviera tiempo de reaccionar escuché un rugido bajo del hombre que tenia a la mujer
en sus brazos, algo que nunca habla hecho antes
“Busca a un médicol (Llama a todos los médicos aquí?”
“De acuerdo”
Se giro y como inmediatamente con una incredulidad abrumadora en su mente una vez que recuperó sus sentidos
Octavio siempre frio y noble, también tenía momentos en los que perdia el control.
Octavio llevo a Alicia a la cama, su cabeza se balanceaba sin fuerzas en el hueco de su brazo, sin signos de vida