Capítulo268
En la habitación del hospital, Ana estaba sentada junto a Beatriz, consolándola. -Tu tío ha usado
muchas conexiones y ha contratado a Hugo a un alto costo para traer de vuelta a tu tía desde la
fiscalía. Esto muestra cuánto le importa tu tía. Con su ayuda, casarte con Alejandro es casi seguro.
Estos días él viene al hospital para visitarte cada vez que tenga tiempo, y te habla con amabilidad. Es
evidente que la relación entre ustedes ha mejorado.
Ana estaba emocionada y segura de que pronto se convertiría en la suegra del presidente
Hernández. -Debes conocer el temperamento de Alejandro mejor que yo. Si realmente le hubiera
disgustado, ¿cómo podría venir al hospital a acompañarte?
-Aunque eso es cierto, todavía siento… cierta inquietud–respondió Beatriz. Recordó la mirada
indiferente de Alejandro y se sintió preocupada. -A pesar de que ha estado cuidándome y
acompañándome estos días, tengo la sensación de que ya no es el mismo de antes.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇt-No te asustes tanto–dijo Ana tratando de tranquilizarla un poco.
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y entró la apuesta figura de Alejandro. Beatriz
rápidamente puso una apariencia de debilidad y con ojos llorosos, lo llamó suavemente: –
Alejandro.
Alejandro se acercó a ella con indiferencia, pero cuando Beatriz intentó tocarlo, él se detuvo.
La mano de Beatriz quedó suspendida en el aire, su rostro pálido se sonrojó de vergüenza.
-Tengo que regresar a la compañía para ocuparme de algunos asuntos, vendré a verte después en
la noche–dijo Alejandro con una voz suave y sus ojos oscuros que no revelaban lo que se le estaba
pasando por la mente en ese preciso instante.
-Alejandro, lo siento–sollozó Beatriz, lo miró con una mirada zalamera y angustiada. -Soy yo la
que te está causando tantos problemas. Todo es culpa mía.
-Cuidate bien y no pienses demasiado–fueron las palabras de Alejandro antes de girarse y salir
de la habitación.
Beatriz apretó las sábanas, tenía tantas palabras en su corazón que quería decirle, pero el
Alejandro de ahora ya no era el mismo hombre que la mimaba y protegía como antes. Incluso a
veces, su mirada la hacía sentir inquieta.
Así que apresuradamente hizo un gesto a Ana, quien asintió y la siguió rápidamente afuera.
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-Alejandro–detuvo Alejandro sus pasos, mirando friamente a Ana. -¿Necesitas algo?
-Estos días has visto la situación de Beatriz. Cuando estás presente, ella parece más lúcida, pero
cuando no estás, la depresión la atormenta y se vuelve irreconocible. Beatriz ha sufrido mucho en el
extranjero y ha estado esperando regresar a tu lado. Alejandro, si la abandonas, su futuro estará
arruinado–Ana sacó un pañuelo para secar sus lágrimas.
-Me responsabilizaré de la enfermedad de Beatriz. Después de todo, ella me salvó la vida- respondió
Alejandro antes de girarse y marcharse.
Ana se quedó en su lugar, pensando en sus palabras, sintiendo un escalofrío en lo más profundo de
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmsu corazón.
En los días siguientes, Clara estuvo muy ocupada en el hotel, convocando reuniones con el equipo del
proyecto para perfeccionar los últimos detalles de la boda.
Así un día, mientras Clara estaba ocupada discutiendo con el equipo, recibió una llamada de Julio.
-Hola Julio, estoy algo ocupada en este momento, ¿qué pasa?-Clara inclinó la cabeza sosteniendo el
teléfono con su mejilla y hombro mientras hojeaba documentos.
El ambiente en la animada sala de reuniones se volvió tenso y ninguno se atrevía a respirar fuerte al
escuchar la llamada de Julio, ya que era una figura inalcanzable para personas como ellos,
personajes de más bajo nivel.
-Es ahora o nunca–dijo Julio con tono bajo y enigmático.
-¿Qué?– La señorita estaba desconcertada.
-¡Es hora de que atiendas la cita que habías concertado!– Julio gritó de repente, lo que hizo que Clara
frunciera el ceño y alejara el teléfono de su rostro.
El resultado fue que todos escucharon claramente las palabras de Julio y quedaron atónitos, ¡sus
ojos casi salían de sus órbitas!
¿La bella y talentosa Clara, rica y famosa, quizás tenía problemas matrimoniales?