Capítulo613
Noa corrió hacia el muñeco de nieve, saltando y brincando, mientras el perro recuperaba la cabeza
del muñeco de nieve que había sido derribada.
Tomó un gran trozo de nieve en sus brazos, se puso de puntillas y volvió a colocar la cabeza en su lugar. El perro
agitaba la cola emocionada, dándole vueltas a la hermosa joven y rodando a sus pies
y jugueteando con ella.
-¿Tienes frío, perrito? Prometo que un día te tejeré un suéter- dijo Noa como si el perro la
entendiera. El perro agitó la cola como si lo hubiera entendido y luego se lanzó sobre Noa,
lamiendo su suave mejilla.
-¡Esto me pica! ¡Deja de hacerlo, perrito! – Noa fue derribada por el perro, y ambos rodaron juntos
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇten la nieve.
Rodrigo observaba esta tierna y rara escena con ojos llenos de ternura y cariño. Nunca había imaginado que podría
tener una vida tan tranquila y feliz. Pero Noa se la había dado.
Tenía lo que otros hombres tenían, y ahora además también tenía a Noa. -Rodrigo, es increíble
cómo este perro, que solía morder a todo el mundo, ha estado tan obediente contigo. No puedo
creer lo bien que te llevas con Noa- dijo Luisana mientras se acercaba con una sonrisa
complacida.
-Eso es porque este perro es un adulador- respondió Rodrigo, con los ojos llenos de nostalgia mientras veía al perro
jugar con Noa. Sentía un apretón en el corazón al pensar que podría
perderla algún día.
-¡Perrito, vete a refrescarte! – gritó Rodrigo, molesto por el juego entre el perro y Noa. Se acercó y
levantó a Noa, que estaba cubierta de nieve.
-El suelo está frío, eres una niña, no debes enfriarte- dijo mientras se inclinaba para quitarle la
nieve de la ropa.
-Gracias, Rodrigo.
-No tienes que agradecerme- dijo Rodrigo mientras miraba profundamente los hermosos ojos de
Noa, su cálido aliento acariciando su rostro sonrosado. -Noa, eres alguien muy importante para
Rodrigo. Estoy feliz contigo, así que deberia ser yo quien te agradezca.
-Pero no he hecho mucho- dijo Noa, con la mirada llena de confusión.
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-Ya has hecho mucho- respondió Rodrigo mientras sostenía sus manos frias como nabos en las suyas. Las frotó
suavemente para calentarlas, luego las llevó a sus labios y las besó suavemente.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm-Ven aquí, métete en mi abrigo- dijo Rodrigo mientras abría su abrigo negro. Noa obedeció y se
acurrucó en su pecho.
Se sintió envuelta por completo en la cálida fragancia masculina de Rodrigo, y cerró los ojos
cómodamente. Sintió cómo la masculinidad de Rodrigo la envolvía, y ella se acurrucó más cerca de
él.
De repente, una ola de deseo comenzó a ascender en el cuerpo de Rodrigo, y sus mejillas se
sonrojaron aún más. -Noa.
-Si- respondió Noa con una voz suave y entrecortada.
-A partir de ahora, solo puedes ser así conmigo- dijo Rodrigo mientras sus largas pestañas se
inclinaban hacia abajo, sus ojos ardían con intensidad en medio de la nieve, y su voz estaba
ligeramente ronca. -Si eres así con otros, Rodrigo se enojará. Y cuando Rodrigo se enoja, es muy
aterrador.
-¿Qué tan aterrador es? – Noa estaba nerviosa, pero su mirada destellaba con curiosidad.
Rodrigo tenía una mirada llena de lujuria y misterio mientras se inclinaba más cerca de su rostro,
sus labios carmesies casi tocando los suyos. -Muy aterrador, ¿quieres probarlo?