Capítulo 219
—~¢Qué dijiste?—
El jefe se sorprendié por un momento, como si no esperara que él tuviera tantas ambiciones— Quieres acabar con el Parque LR de Leandro Reyes?—
Farel, sin cambiar su expresién, continuo—E! opera una empresa de construccién en mi pais, estafando a talentos de alto nivel para llevarlos al Triangulo Norte y llevar a cabo actividades ilegales con fines de lucro. Esto ha causado un impacto negativo y grave. La postura de los superiores es clara: no puede quedarse.—
Se trataba de la postura negociadora entre ambas partes.
El jefe claramente dudo.
La verdad sea dicha, la Ultima limpieza fue solo para las apariencias.
El Parque LR de Leandro tenia que quedarse.
Cada ale pagaban miles de millones en cuotas de proteccién al ejército, y eso ya era un acuerdo tacito. temo que eso no va a ser posible.—
El jefe rechazo la idea de manera directa.
—No es solo por la posicién del ejército, también es por las condiciones quepuso la Familia Da Silva. Salvar a alguien esta bien, pero no podemos acabar con el Parque LR de Leandro.—
— Ah, si?—Farel arqueo levemente una ceja—zLa Familia Da Silva?— —Asi es.—
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtEl jefe extendid sus manos en sefial de impotencia—Sr. Haro, las relaciones son muy complejas, también es dificil para mi. La Ultima vez te ayudé a sacar a una persona, y eso ya causo problemas con Leandro. Si volvemos a ir contra ellos, las relaciones se tensaran, y no valdra la pena.—
Farel guardo silenpor dos segundos, su rostro sereno no revelaba emocién alguna.
Evrie escuchaba de manera intermitente, pero entendia la complejidad de la situacién.
Al final, por mas que pelearan en la superficie, en privado todos eran del mismo bando.
Ninguno podia vivir sin el otro.
No esperaba que Leandro, siempre elegante y afable, tuviera raices tan profundas en el Triangulo Norte. No era de extrafiar que hasta Zeus, un joven de familia adinerada, quisiera asociarse con él.
Si Leandro no queria, no solo Zeus y Oscar, sino ni siquiera un perro en el Parque LR podria ser sacado.copy right hot pub
—En ese caso, lo entiendo.— Farel sonrié cortésmente y mostré respeto.
El jefe realmente apreciaba a Farel y no podia evitar querer atraerlo a su lado—Si el Sr. Haro quiere salvar a alguien, puedo volver a hacer una excepcidn y arreglar una cena con Leandro para hablar las cosas.—
—No es necesario.—
Farel sonrié con ironia—Supongo que él no quiere hablar conmigo, y yo menos quiero verlo.— Se levantd y tomé la mano de Evrie.
—Hoy hemos molestado suficiente, no queremos causar mas problemas, nos vamos.—
El jefe también se levanto y dijo algo de mas—Si no le molesta, Sr. Haro, pueden disfrutar de mi hacienda, acabo de invertir mucho en un nuevo coliseo para entretenimiento.—
Farel asintio—Bien, se lo agradezco.—.
Aunque no llegaron a un acuerdo, no podian romper relaciones.
Evrie caminaba al lado de Farel, consolandolo en silencio.
Farel la miré de reojo—z Ahora te das cuenta que no supiste juzgar a las personas?—
Evrie bajo la cabeza, arrepentidadi cuenta tarde y ahora estamos en esta situacién.—
—EI queria engafiarte. Ni siquiera podrias igualarle aunque fueras diez veces mas astuta que él —
Farel le una palmadita en la cabeza, y le dijo con voz suave—No te desanimes, todavia no estamos en un callejon sin salida—
Sin embargo, la actitud de la Familia Da Silva hacia Leandro no parecia tan simple.
Los ojos de Farel se oscurecieron, ocultando una sombra siniestra.
En ese momento, una gran sombra de bestia irrumpié desde la esquina y se lanzé hacia ellos. La velocidad fue tal que parecia un rayo.
Evrie solté un grito bajo, y antes de que pudiera reaccionar, Farel la sujet por la cintura y se movieron rapidamente para esquivar.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmLa sombra fallé el ataque y, siguiendo el impulso, se tumb6 en el suelo.
Evrie se quedo mirando fijamente y, jvaya sorpresa, era un tigre enoy bien alimentado!
Ella inhalé un aire fde terror.
~Acaso alli criaban tigres sueltos?
—Au... auxilio...—
Farel saco la pistola que llevaba en su cinturén, quit6 el seguro y apunto directamente a la cabeza del tigre. Pero en un segundo, una voz alborotada y apresurada lleg6 hasta ellos.
— Baja esa pistola, no te muevas, no le dispares a Dulzura!—
Esa voz le resultaba de alguna manera familiar...
Evrie, casi por instinto, levanto la vista y se encontré con un par de ojos encantadores y vivaces.
éEra él?
Valellevaba una correa en la mano y, con unos pocos pasos, alcanzo al tigre. Con un movimiento agil, até la correa alrededor del cuello del tigre.
—Mil disculpas, eh, estoy entrenando a mi mascota, no queria asustarlos. Dulzura, pideles perdén.— El tigre emitid un rugido— Rrrauu...— Evrie se quedo en silencio.
«Un tigre tan grande y robusto y se llama Dulzura?