Capítulo 243
Hacia frio.
Mucho frio.
Las olas gigantescas azotaban la superficie del mar, y todo lo que se escuchaba era el zumbido del agua golpeando. Evrie solo sentia que su cuerpo estaba fuera de control, una y otra vez era arrastrada hacia el interior del océano. No podia ver nada.
No podia oir nada.
Agua le entré por la nariz, luego por la garganta, el pecho, los pulmones...
La conciencia de Evrie empezo a nublarse, su cerebro se volvia cadtico gradualmente.
Probablemente iba a morir.
Eso pensaba de manera confusa.
Tal vez asi era mejor.
Morir ahogada era preferible a ser asesinada a balazos.
Cerré los ojos, dejando que el agua del mar la sumergiera sin piedad.
En el ultimo segundo antes de perder la conciencia, un brazo delgado pero fuerte la agarré.
Evrie quiso abrir los ojos para ver a la persona frente a ella, pero todo se oscurecid y perdié la consciencia.
Evrie tuvo un suefio.
En el suefo...
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtElla, atin adolescente, sostenia una carta de aceptacion brillante y se agachaba frente a la silla de ruedas de Pablo, hablando con alegria.
—Papa, aceptaron en la facultad de arquitectura de la Universidad Alnorter! —Voy a estudiar mucho, conseguir un buen trabajo y ganar mucho dinero para curarte las piernas!
—No soy un mal augurio, no soy ninguna yeta, te voy a curar.
La imagen se tornaba cada vez mas oscura.
Tan oscura que casi no se veia nada.
En la oscuridad, una voz surgia desde el fondo de su corazon. Todo se reducia a nada.
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Al despertar de nuevo. Lo que fue un destello de sol cegador. Evrie ablos ojos y lo primero que fue un cielo azul con nubes ondulantes.
Parecia estar en el cielo.
—Sefiorita Evrie, ya despert6? —se escuché una voz masculina familiar—, gse siente mal en algun lugar? —
Evrie instintivamente miré hacia la voz, era la cara conocida de Joan.
— zDénde estamos? —pregunt6 al levantarse.
—Sefiorita Evrie, no se mueva, estamos en un avi6n privado, en una hora llegaremos a Alnorter, usted esta a salvo. — éAsalvo?
Evrie se qued6 aténita por unos segundos, como si no pudiera creer que fuera cierto.
Miré a su alrededor y pregunto instintivamente—zY Farel? —
—El sefior Haro se lanz6 al mar para salvarla, pero al salir del agua, su herida se infecto por el agua salada, ahora mismo esta siendo atendido. —
Al oir esto, Evrie inmediatamente se levantd del sofa. —Quiero verlo. — —Vamos, sigame. —
Joan sin decir mas, la llevo a la parte delantera de la cabina, donde habia una estrecha cama individual. Farel estaba acostado con la parte superior del cuerpo envuelto en vendas.
Dos médicos estaban guardando sus instrumentos, parecia que acababan de medicarlo.
Al notar movimiento, él levant6 la mirada.
Sus ojos se encontraron con los ojos rojos de Evrie.
Sin decir palabras, se miraron fijamente.
El se vestia tranquilamente, abrochandose la camisa con una mano, mientras decia a los demas,
—Salgan, por favor.
—Esta bien. —
Los médicos y Joan salieron, cerrando cortésmente la cortina tras de ellos.
Solo quedaban Evrie y Farel en la cabina.
El termind de abotonarse la camisa, sus ojos oscuros se posaron en Evrie y de repente preguntd, —¢Por qué lo besaste? —
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Evrie no entenal principio.
Farel repicon tono firme—En el barco, en la cubierta, te acercaste a Leandro y lo besaste. —
El lo habia visto. Evrie se sonrojé y explicd con torpeza. Farel pareci6 aliviado.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏm— Para qué querias el arma? ¢Acaso no valoras tu vida? —
—Asi que le disparaste. — Evrie asintio—Si. — —¢Por qué no lo mataste? —
Evrie—...No apunté bien, erré el tiro. —
Farel exhald un suspiro de alivio.
De hecho, él solo le habia ensefiado cémo disparar, no como apuntar con precisién.
Y con tan poco tiempo, ella no pudo aprender.
Que la bala haya alcanzado a alguien ya era bastante bueno.
Farel le hizo una sefial con la mano y le dijo en voz baja,
—Ven aqui. —
Evrie se acercé sumisa y se sento en el sofa al lado de él.
El lucia un poco palido, con ojeras ligeramente azuladas y una barba de varios dias que le daba un aspecto cansado. Probablemente llevaba dias sin dormir.
Evrie se sentia culpable en su interior.
Si no fuera por ella, él seguiria siendo aquel hombre distinguido y arrogante, que se cree el rey de la montafia.
— Como va esa herida? —pregunto ella, con una mirada llena de preocupacion hacia el torso de Farel, pero la ropa no le dejaba ver nada.
—Nada grave, no voy a mori—dijo Farel, tomando su rostro con suavidad, un gesto mucho mas intimo que antes. Su voz era ronca y baja, como un susurro entre amantes.
— Como tuviste el coraje de saltar al mar? ¢No te asustaste?
Farel la atrajo hacia si, apretandola contra su pecho.
—Menos mal que aprendiste a disparar como te ensefié, aunque es una lastima que no lo hayas matado.
Evrie levant6 la mirada, preguntando casi sin querer—A proposito, gLeandro... lo atraparon?—