Capítulo 473
La luz del quiréfano permanecia encendida.
Farel se sentaba rigido en una silla, cubierto de sangre, estaba inmovil.
Su mente estaba invadida por imagenes de ella.
Ella habia recibido un disparo tratando de salvarlo.
Incluso se habia escapado del hospital a escondidas, bajado del coche sin que nadie lo supiera y se habia ocultado cerca. En el instante en que Giselle apuntaba con su arma a su frente, ella se lanz6 para cubrirlo del disparo mortal.
Giselle era una francotiradora, nunca fallaba, era siempre letal.
Y aun asi, ella lo habia bloqueado.
Tonta.
Terca.
No tienes sentido comun.
Farel cerré los ojos, sus brazos temblaban incontrolablemente, las venas le sobresalian de su frente.
Se oyeron pasos al final del corredor, Yolia llegaba apresurada con sus tacones, seguida por un ansioso Joan.
—<¢Qué ha pasado exactamente? ¢Donde esta Irene? gEvi? Por qué estas cubierto de sangre? —
Farel levantd la mano, sefialando hacia abajo.
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇt—lrene esta abajo, esta un poco conmocionada. Evi...— hizo una pausa, mirando hacia el quiréfano —esta alli adentro. — Yolia respiré hondo, queriendo decirle algo pero se detuvo.
Miré hacia el quirdfano, preocupada por su hija.
Se gird hacia Joan y le ordend —Quédate aqui vigilandolos, iré abajo a ver. —
—Como diga, sefiorita. — Joan asintid con respeto.
Yolia unos pasos, sacé su teléfono y marcé un numero, dandole instrucciones —Que suban algunos guardaespaldas, asegUrense de que no pase nada mas. —
—Entendido.copy right hot pub
Yolia entré al ascensor y el pasillo volvié a quedarse en silencio.
Joan, incémodo, observaba a Farel —Sefior Haro, quizas deberia cambiarse de ropa mientras lo esperamos aqui. — —No es necesario. —
—Estas herido? Puedo buscar a un médico para que te trate las heridas. —
—gTienes cigarrillos? — le pregunto Farel de repente.
—~¢ Qué? —
—Necesito un cigarrillo. —
Joan vacild, pero sac6 una cajetilla de cigarrillos y un encendedor de su bolsillo y se los entrego.
—No se permite fumar en los pasillos del hospital. —
Farel, con el cigarrillo en la mano, se detuvo y se dirigid hacia la escalera.
Necesitaba calmarse y aceptar la realidad.
algunos pasos, luego se detuvo, guardé el cigarrillo en su bolsillo y regreso a sentarse.
—<¢Qué pasa? — le pregunt6 Joan.
—No puedo irme, tengo que esperarla aqui. —
Joan suspir6, sintiéndose de repente abrumado.
El tiempo pasaba, el sol iluminaba a Farel, secando la sangre en su cuerpo.
Permanecia sentado, inmévil, esperando y esperando.
Espero que el sol comenzo a ponerse, y el cielo se empezo a oscurecer.
En el momento en que se abrié la puerta del quirdfano, Farel se acerco rapidamente.
—La operacion fue un éxito, por ahora esta fuera de peligro. —
El médico le dijo y se apresuré de vuelta al trabajo.
—Sefior Farel Haro, se le acusa de abuso de poder durante su suspension, por favor venga con nosotros. — El oficial le respondid con formalidad —Lo siento, son ordenes de arriba, no podemos desobedecer. —
Joan quiso protestar, pero Farel hablo con calma —Esta bien. —
—Dcinco minutos, quiero ver a mi esposa. — les dijo serenamente.
Los oficiales no dijeron nada esta vez, tratando de ser lo mas considerados posible.
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmLa puerta del quiréfano se abrié de par en par, y Evrie, alin inconsciente, era empujada en una camilla hacia su habitacion.
Farel la seguia, paso a paso, hasta que la dejé en la habitacién.
No se atrevié a entrar cubierto de sangre como estaba.
Se quedo fuera, mirando a través de la ventana.
Ella estaba acostada tranquila, con una mascara de oxigeno y con los ojos cerrados, como si estuviera durmiendo. Farel se quedo alli, sin parpadear, mirando durante mucho tiempo.
Hasta que los oficiales le urgieron —Sefior Haro, es hora de irnos. —
Farel retiré su mirada, volviendo a su estado de calma fria.
—Vamos. —
Joan lo seguia, recibiendo la orden —Quédate aqui, cuidala por mi. —
—Entendido. —
Cuando Evrie se desperto, el sol brillaba con fuerza, obligandola a abrir los ojos.
El techo brillaba con una luz cegadora, y un particular aroma a desinfectante invadia su nariz.
Sentia un dolor en el abdomen, y no podia moverse.
—Sefiorita Evrie, ha despertado. Como se siente? gLe duele la herida? —le pregunt6 Joan con preocupacion a su lado. Evrie se tocé el vientre, envuelto en gruesas vendas, sin poder percibir nada con claridad.
Abla boca y le pregunté con voz ronca: —,El bebé... sigue vivo? —
Joan vacilé por un momento, con una complejidad fugaz pasando por sus ojos.
—Necesito la verdad. — le dijo Evrie.
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