Capítulo 107
La sonrisa de Anastasia se petrificó por unos segundos antes de que dejara salir una ligera tos.
– Por supuesto que se eso.
–En cualquier caso, no deberías confiar en otro hombre con excepción de mí. –
Miguel estuvo tentado en decir el nombre de Elías de manera explícita.
–Lo entiendo. –
Anastasia asintió. En ese momento, Alejandro tiró por accidente su bolsa que estaba en el sofá y se sali
eron varios objetos; dentro de esas cosas se encontraban sus llaves, su lápiz labial y una tarjeta de invit
ación. La atenta mirada de Miguel la vio de inmediato, por lo que la recogió.
–También recibiste la invitación de mi abuela? Ella es quien va a patrocinar la cena de caridad.
–Oh! Si. –Anastasia juntó sus
labios para hacer una sonrisa. Ella no quería mencionar que su madre había rescatado a Elías en una o
casión. Miguel estaba exaltado por eso, así que le dio un
rápido recordatorio.
—¡Tienes que venir! Yo también estaré allí y podré presentarte a mi mamá y papá.
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– iDe acuerdo! —
asintió con claridad; de igual forma, ya le había dicho a Eva que iría, por lo que tenía que asistir a la cen
a.
–Oh, por cierto, te prepararé un vestido de fiesta para ti — le ofreció.
–
No te preocupes por eso. Ella lo rechazó de inmediato. No obstante, él no quería que se le negara, por l
o que continuó insistiendo con sus deseos.
–iTe demostraré lo bueno que son mis gustos! Confía en mí. Bueno, ya me voy.
Anastasia se despidió de él en el elevador.
– Conduce con cuidado – le dijo, pero él se dio la vuelta para darle un último serio recordatorio.
– Prométeme que no traerás a algún otro hombre a casa, cestá bien, Anastasia? – Ella asintió
con firmeza con el fin de poder darle alivio.
–Está bien, está bien. Yo sé que te preocupas por mí, así que tomaré en cuenta lo que dijiste.
Ella liberó un suspiro de
alivio cuando él se subió al elevador, luego volvió a su hogar para darle un baño a
Alejandro; después, le leyó un libro antes de que ella fuera a ducharse. Al salir de la ducha, escuchó que
su celular sonaba y se acercó para ver que estaba el nombre de Elías en la pantalla.
a VE
–Hola? –Ella contestó la llamada.
––¿Estás en casa? –
La voz del hombre era profunda y gruesa, lo cual le dio cosquilleos a Anastasia en su oído. Ella sabía qu
e fue incorrecto de su parte dejarlo plantado, pero no le quedó más de otra.
«No es como que sea mi culpa que su primo apareciera de la nada, icierto?“.
–Ya son cerca de las 10:00 de la noche. Por supuesto que estoy en casa – le respondió.
–¿Qué es lo que ocurre ente tú y Miguel? –
La voz del hombre llevaba consigo cierto rastro de disgusto mientras que la cuestionaba.
– Nosotros somos más que buenos amigos – le respondió.
–
Te dije que no jugaras con sus sentimientos. No deberías darle esperanzas si es que no tienes pensado
El hombre le dio una dura advertencia, pero Anastasia consideraba como si el fuera demasiado entromet
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¿Qué hay de malo que nosotros seamos amigos? Además, tú no estás en una posición como para adver
–¿Quieres que le cuente sobre como me besaste en contra de mi voluntad en dos ocasiones? –
La voz del hombre sonaba extremadamente malévola de
repente; ella fue tomada por sorpresa por sus palabras y de inmediato le gritó:
–iNo digas tonterías, Elías!
–Qué? ¿Acaso él tiene idea de lo poco claras que son las cosas entre nosotros? – le pregunto.
–
No hay nada que no esté claro entre nosotros. Yo estoy muy segura de como son las cosas entre los dos
tenemos nada en lo más mínimo –ella respondió con total determinación.
–Me debes una cena, así que tendrás que compensar lo de hoy algún otro día –
dijo el hombre con desdén antes de que terminara la
llamada. Anastasia sujetó con fuerza su celular y a la vez que apretaba los dientes por su enojo.
«¿Cómo puede ser posible que exista un hombre tan irritante como él? No cabe duda de que está metien
Osa
Mientras tanto, Helen tampoco podía conciliar el sueño en su lujoso chalé. Ella estuvo disfrutando de su v
tomó la identidad falsa de ser Anastasia. No obstante, ella aún se sentia vacia con únicamente los placer
que su relación con Elías floreciera; lo que era más ideal para ella era que tuviera mayor contacto físico c