Capítulo 310
-Aun si es que logramos hacer que él este de nuestro lado, ¿qué ventaja ganariamos con eso? – Al fin
y al cabo, Erica todavía no dominaba el arte de la planeación a futuro a una edad tan joven.
-Sí hay algo, es mejor que Mario’esté en nuestras manos a que esté ayudando a Anastasia. Como él
ya va hacia allá contigo en este momento, deberías usar esta oportunidad para arrastrarlo a nuestro
lado, él será nuestra mejor oportunidad para apoderarnos de las acciones de la empresa de tu padre. -
Mientras que se mordía los labios, Érica le respondió con testarudez:
-Está bien, ya me las arreglaré con eso. -Media hora después de que recibió la llamada de Mario, ella
fingió estar borracha y salió en un estado de embriaguez; llegó a la entrada de la taberna y actuó
como si se hubiera tropezado para caer al instante sobre sus brazos, a la vez que su mano lo
abrazaba al mismo tiempo.
-iSeñor Salcido, gracias por venir a recogerme! iMe siento tan mareada!
-¿Se encuentra bien, señorita Érica? – le preguntó mientras la ayudaba a que se pusiera de pie; más
allá de eso, él no tenía ninguna otra intención sobre ella en lo más mínimo porque, después de todo,
Anastasia era la mujer que a él le gustaba, al igual que la que iba a tomar el mando de la Constructora
Torres algún día. Érica presintió que él no se aprovechó de ella en ningún sentido, por lo que quedó
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtinsatisfecha con los resultados.
«¿Acaso no soy lo suficientemente atractiva para él?».
-Señor Salcido, ime podría llevar al hotel más cercano?
–Señorita Érica, la voy a llevar a casa.
– No, no voy a ir a casa. Yo ya hice una reservación en un hotel, ipor favor lléveme allá! — Estaba
decidida a que lo iba a conquistar esa noche. A Mario ya no le quedó más opción después de eso que
llevarla al hotel más cercano y justo cuando entraron a la habitación, ella volvió a tomar la iniciativa de
abrazarlo, haciendo como si estuviera mareada.
-Señorita Érica, por favor no se comporte de esa manera. -El hombre ambicioso que era Mario tenía
su mente clara sobre lo que quería y fue por esa razón que él no perdió el control en esa situación.
Además, él ya tenía a Anastasia en su corazón y Erica no le parecía atractiva en absoluto.
– ¿Por qué, señor Salcido? ¿No soy tan bonita como para usted? ¿Acaso no le gusto? -dijo Erica a la
vez que sus ojos se entrecerraban y mientras que sus manos estaban alrededor de la cintura del
hombre; su mirada era una que intentaba seducir.
– Me disculpo, señorita Érica. Yo ya tengo a alguien en mi corazón. La alejó con calma al no querer
ofenderla, pero tampoco quería acercarse mucho a ella.
– ¿Y quién es esa persona? -preguntó, presentando sus labios rojos y mirándolo a través de ojos
borrosos; al mismo tiempo que lo hacía, hizo un intento por acercarse más. Mario le respondió en
seguida:
-Su hermana, Anastasia. – Eso hizo que ella saliera de inmediato de su cstado de embriaguez: en sus
ojos se podía ver su indignación mientras bufaba:
-¿A usted le gusta ella? ¿En qué sentido es mejor que yo? -Por lo que Mario tomó esa oportunidad
para liberarse de las manos de la mujer.
-Lo siento. Descanse bien, señorita Érica. -Luego abrió la puerta de la habitación justo después de
decir sus palabras y se marchó.
-Señor Salcido… -Érica entró en pánico y grito, pero fue ignorada por completo cuando se largó sin un
momento de reconsideración. Ver que él haya hecho eso hizo que se echara rendida sobre el sofá con
frustración. Tenía la idea de que Mario sería una persona fácil de conquistar, pero resultó que él ya
había sido tomado por Anastasia. Érica decidió llamarle a su madre después de lo ocurrido y le relató
todo lo que pasó. Claro, Noemí no la iba a reprender por haber sido inútil; en cambio, le dijo que
Anastasia era mucho más astuta que ellas y que ya se había ganado a todos los que estaban
alrededor de Franco. Pero a pesar de todo eso, la madre se negaba a permitir que Érica se rindiera.
Si las cosas en verdad llegaban al punto en el que Anastasia tomaría el control de la empresa, no
cabía duda de que Noemí usaría sus propios métodos para apoderarse de la misma; no iba a permitir
Follow on Novᴇl-Onlinᴇ.cᴏmque Anastasia o el hijo de ella fuera a ganar una ventaja como esa.
Mientras que Alejandro dormía durante la noche, Anastasia se sentó en frente de su escritorio que
estaba en frente de su cama y se acurruco debajo de su abrigo para dibujar los bocetos. Todo estaba
silencioso del otro lado de la ventana, con una enorme sensación de que el invierno ya era inminente;
por el otro lado, en esa noche fría y silenciosa, sus pensamientos corrieron con todo tipo de ideas y
eso dio como resultado a que surgiera el dibujo de unas estrellas esparcidas por su hoja del boceto. El
collar que ella tenía en mente y que ahora había puesto en papel era como la Vía Láctea, a la vez que
era rodeaba por muchas estrellas brillantes que destellaban en el cielo nocturno. El diseño del boceto
estaba bien proporcionado y todo gracias a sus excelentes habilidades para dibujar; había creado un
conjunto completo de joyería inspirado en el concepto de un cielo estrellado dentro de un lapso corto
de tiempo.
Anastasia no regresó a la realidad hasta que había terminado su último boceto y se sintió llena de
alegría cuando lo contemplo. Por fin había completado el primer boceto de su diseño para la
competencia que se avecinaba. Estaba tan cansada que se quedó dormida justo después de que
terminó de dibujar.
A la mañana siguiente y justo cuando iba a ir a la empresa después de mandar a Alejandro a la
escuela, recibió una llamada por parte de Franco.
– Hola, papa.
-Aterriza en mi empresa, Anastasia. Hay una junta importante el día de hoy que quiero que también
seas parte.
-¿De qué es la junta? – preguntó sorprendida.